El Acompañante Terapéutico
Se trata de un terapeuta que se desempeña acompañando a personas que por distintas razones necesitan de un apoyo profesional para desempeñarse
en sus tareas cotidianas.
El AT viene al lugar de favorecer la recuperación de la persona que lo requiere, permitiendo que la misma pueda permanecer integrada e incluida
en el ambiente social, cultural y familiar del que forma parte.
Pueden necesitar un Acompañante Terapéutico:
- Personas con trastornos mentales
- Personas con discapacidad mental o física
- Niños que requieren un apoyo para su integración escolar
- Niños con trastornos del desarrollo
- Personas en tratamiento de rehabilitación por adicciones, alcoholismo, obesidad, bulimia, anorexia, etc.
- Personas que se encuentran en tratamiento psicológico y/ o psiquiátrico por fobias, ataque de pánico, estrés post traumático, etc.
- Personas de la tercera edad
- Tratamientos oncológicos
- Otros
El AT en la Red Interdisciplinaria
El actual paradigma en salud mental prevé un modelo de atención que pone en primer lugar la necesidad del trabajo interdisciplinario, en el cual los
profesionales de las distintas disciplinas elaboran estrategias conjuntas para el abordaje terapéutico según lo requiera cada caso. El Acompañante
Terapéutico desempeña su práctica incluyéndose como un actor más dentro de esa red interdisciplinaria.
En este sentido, la labor del A.T. también está atravesada por el contacto con profesionales de áreas como: Psicología, Psiquiatría, Clínica Médica,
Trabajo Social, Terapia Ocupacional, Musicoterapia, etc. con quienes deberá realizar un trabajo de modalidad interdisciplinaria.
La función específica de cada AT se va precisando en cada caso, teniendo en cuenta las coordenadas singulares de la situación en función de las cuales
se plantea una determinada estrategia de tratamiento.
En un intento de acercarse a la particularidad de su práctica, es posible pensar al AT en un espacio de borde, que permite sostener o reestablecer los
lazos del pacientes con lo social y cultural, los vínculos con sus otros, el ámbito laboral, educativo, etc.
¿Quiénes pueden ser Acompañantes Terapéuticos?
Pueden formarse para desempeñarse como Acompañantes Terapéuticos personas relacionadas a las disciplinas del área de la salud, sean
estudiantes o graduados, así como otras personas que decidan formarse en los aspectos teóricos y prácticos para dicha labor, en cualquier caso,
trabajando en estrecha interrelación con los profesionales de las áreas implicadas y supervisando periódicamente su práctica.
Ámbitos de inserción del Acompañante Terapéutico
El A.T. puede desempeñar su práctica en diferentes ámbitos, según lo requieran las características de cada caso, entre ellos:
-Domicilios particulares
-Instituciones escolares (Comunes o Especiales): Realizando integraciones escolares
-Hospitales
-Otras instituciones públicas o privadas pertenecientes al ámbito de la salud
Ej: Centros de Día, Hogares, Centros Educativo Terapéuticos, Talleres Laborales, Escuelas Especiales, Centros de Rehabilitación Temprana, Geriátricos, etc.
Se trata en el caso del AT de un
agente de salud y su práctica se incluye actualmente entre los tratamientos posibles dentro del campo de la salud
mental demostrando un alto grado de efectividad en los distintos ámbitos y modalidades: para permitir el sostenimiento de tratamientos ambulatorios, para
sostener la integración en la comunidad en períodos de internaciones, en situaciones de urgencia y crisis así como en la cronicidad de patologías psíquicas
y orgánicas.
Nacida en el campo de la salud mental, esta herramienta terapéutica se ha insertado luego también en el ámbito de la educación común y especial, la discapacidad,
la geriatría, entre otros.
El nacimiento de Acompañamiento Terapéutico en Argentina
Los inicios del Acompañamiento Terapéutico en Argentina, con esa denominación, pueden ubicarse a mediados de la década de los ‘70, su principal referente es el
Dr. Eduardo Kalina y surgen en el marco del cuestionamiento al recurso de la internación cerrada de los dispositivos asilares, de la mano de disciplinas como el
psicoanálisis, la psiquiatría comunitaria, etc.
Estas nuevas miradas sobre la locura y el campo de la salud mental son condiciones de posibilidad para el surgimiento del Acompañamiento Terapéutico como dispositivo,
cuya consolidación se produjo sin embargo en los años ‘80, con el regreso de la democracia y en un crecimiento progresivo hasta la actualidad.
La práctica del Acompañante Terapéutico y su relación con las nuevas legislaciones en Salud Mental
“Art. 12. - La prescripción de medicación sólo debe responder a las necesidades fundamentales de la persona con padecimiento mental y se administrará exclusivamente con
fines terapéuticos y nunca como castigo, por conveniencia de terceros, o para suplir la necesidad de acompañamiento terapéutico o cuidados especiales.”
La práctica del Acompañante Terapéutico encuentra su aval en las nuevas legislaciones en el campo de la salud mental. Un ejemplo de ello es la Ley
Nº 448 de Salud Mental de la Cuidad de Buenos Aires que representó un importante avance en dirección a la desmanicomialización por medio de privilegiar
el valor de los dispositivos ambulatorios y el trabajo en red.
En este nuevo marco legislativo que se ha ido delimitando en los últimos años, el AT encuentra especial fundamento y sostén en la nueva Ley Nacional
de Salud Mental, Nº 26657, sancionada en 2010.
La mencionada ley promueve un cambio de paradigma al dejar de considerar a las personas con trastornos mentales como objeto de asistencia para concebirlas
como sujetos de derecho. A partir de hacer especial énfasis en la brevedad de las internaciones, el privilegio de los dispositivos ambulatorios, el trabajo
para la externación, la promoción de los lazos sociales y la necesidad de integración en la comunidad.
Es en este contexto que cobran especial importancia todos aquellos dispositivos que, como el Acompañamiento Terapéutico, están destinados a favorecer y acompañar
los procesos de integración y, en los casos en los que esta no es viable, todas aquellas actividades orientadas a sostener, acompañar e incrementar la integración
en la comunidad de las personas con trastornos mentales y las personas con discapacidad.
El futuro del Acompañamiento Terapéutico
El panorama actual permite esperar para el Acompañamiento Terapéutico un futuro de creciente desarrollo.
Si bien en la actualidad la práctica del AT ha conquistado un lugar de relevancia dentro del campo de la salud, queda pendiente el logro de un marco
legal para su ejercicio profesional que regule la labor y otorgue correspondiente y merecido reconocimiento.
